Lo que tu rostro realmente revela sobre ti

A menudo nos enseñan a no juzgar un libro por su portada. Y, sin duda, es una forma excelente y elocuente de decir que las personas son más que su apariencia y que realmente deberíamos valorar el carácter de una persona y quién es en su interior, y prestar más atención a lo que dice y hace, en lugar de juzgarla solo por su apariencia. Pero ¿alguna vez has sentido que puedes saber qué tipo de persona es alguien a primera vista, solo con mirarle la cara? ¿Es eso juzgar? ¿Es eso incorrecto? Bueno, resulta que el rostro de una persona puede revelar bastante sobre ella.

Todos podemos leer más o menos el lenguaje corporal, lo que tiene mucho que ver con la forma en que nos paramos, qué músculos utilizamos más, etc. Por ejemplo, cuando una persona es tímida o tiene miedo, tiende a encerrarse en sí misma y a tensarse, lo que es fácil de leer. Siempre puedes detectar a una persona tímida en una habitación llena de gente. Usando esa lógica, también puedes hacer lo mismo con la lectura de rostros, después de todo, tenemos bastantes en nuestros rostros, y tendría sentido que los que más usamos sean los más prominentes. Entonces, por ejemplo, si una persona tiene muchas líneas en la frente, podrías suponer que se preocupa mucho. O si tiene esas líneas entre las cejas, está enojada o confundida mucho, porque frunce el ceño. Pero un lector de personas de Australia tiene una teoría aún más fascinante.

1. Amabilidad

Alan Stevens, un “lector de personas” de Australia, dice que, así como se puede leer el lenguaje corporal, también se pueden leer los rostros, y estos pueden decirnos muchas cosas. Según él, se puede determinar cuán amigable es una persona juzgando la distancia entre la parte superior de los ojos y las cejas. Al parecer, las personas que tienen una mayor distancia entre las cejas prefieren un mayor espacio personal que aquellas que tienen una distancia menor.

2.Confianza

Según Stevens, se puede determinar el nivel de confianza natural de una persona en función del ancho y largo de su rostro. Las personas cuyos rostros son más del 60 % más anchos que largos tienen más confianza que aquellas cuyos rostros son más estrechos.

3.Tolerancia

La tolerancia a los errores se puede medir por la distancia entre los ojos. Las personas con los ojos más separados tienden a ser más tolerantes a los errores y los malentendidos, mientras que las personas con los ojos más juntos son menos tolerantes.

4.Generosidad de palabra

Alan ha llegado a la conclusión de que se puede determinar lo habladora que es una persona en función del grosor de sus labios. Las personas con labios más finos son más concisas y menos habladoras, mientras que las que tienen labios más gruesos son más generosas con su discurso.

5. Sentido del humor

Stevens determina esto por la longitud del surco nasolabial, que es ese pequeño surco que tenemos entre la nariz y el labio superior. Las personas con un surco nasolabial más largo tienden a tener un buen sentido del humor y aprecian el sarcasmo. Aquellos con un surco nasolabial más corto son más propensos a tomarse una broma como algo personal y a ofenderse.

6. Visión del mundo

Según Stevens, el tamaño del pliegue del párpado de una persona es un buen indicador de cómo tiende a tomar decisiones. Quienes tienen un pliegue más grueso son más analíticos en su enfoque, se toman su tiempo, analizan los pros y los contras, comparan y contrastan y analizan realmente la situación antes de tomar una decisión. Quienes tienen un pliegue más fino o no tienen pliegue alguno son más proactivos y toman decisiones rápidamente.